top of page

¡La mujer incondicional!

Dice un dicho muy gastado por allí amigas queridas: “Amar, cuán bello es amar”, y tiene razón, porque amar es la causa o razón más poderosa que tendría una mujer para armar mil formas de querer y hasta de inventarse amores de necia fantasía y montarlos en castillos construidos en el aire, rodeados de hermosos jardines de ilusión, pero… No importando cuán efímero sea el momento, hay mujeres que les gusta vivir dentro de esa burbuja tan frágil, endeble, delicada, riesgosa y a la vez peligrosa para atreverse a forjar sueños de cristal que pueden romperse en mil pedazos en cualquier momento.

Entonces, cuando el amor se vuelve un capricho, la mujer no sólo se convierte en una mofa humana con ojos insensibles, sino en una “cosa incondicional”, cegada por la obsesión enfermiza de un amor adulterado por todos los rincones de su estructura ósea. Y en ese estado tan lamentable, no es raro encontrar casos como el de una mujer que deforma su amor y devalúa sus propios sentimientos, los abarata, los pone en oferta y hasta se ofrece incondicionalmente al primer hombre que le muestra cualquier detalle o gesto de amabilidad, o sucumbe ante los halagos traicioneros. Hey chicas… OJO, mucho ojo… ¡Quietas allí! Ese tipo de mujeres, están tan necesitadas de afecto, tan desamparadas emocionalmente, que caen muy fácil en las manos del hombre oportunista vividor, que es capaz de hacer con ellas, lo que se les da la gana, y una vez satisfechos sus instintos machistas, sin tocarse el corazón también las desechan de sus vidas como si fueran “trapos sucios” que ya no sirven para nada.

¿Por qué tiene que ser así? ¿Qué acaso la mujer vale tan poca cosa como para no fijarse a sí misma un precio? y que conste que no estoy hablando de dineros monetarios, sino de capitales cósmicos, o valores más trascendentales como: La ternura, la fidelidad, la atención, el servicio desinteresado al ser amado, el altruismo, el amor, el respeto, la dignidad, la humildad y nobleza del alma… y tantas otras cosas que son realmente las que hacen valer con excelencia a una mujer por lo que ella es interiormente, y no por lo que pueda ofrecer físicamente en un momento desesperado. Mujeres hay millones que viven condicionadas por el hombre y acondicionadas por sus propios sistemas de vida. Mujeres que de verdad no meten las manos, ni abren la boca para defenderse ni para rescatar sus derechos, ¿será acaso que no conocen cuáles son sus derechos?…. Vaya, me entero… ¡Qué interesante! ¿En pleno Siglo XXI? ¿Quién va a creer eso? ¡Yo no! y entonces… ¿QUÉ ESPERAN PARA DEFENDERSE?

Pues bien; ya no más mujeres… ¡Llegó la hora de rebelarse ante esa sumisión estoica, caduca, anticuada y demodada, que ya no va con nosotras mujeres amigas! Ya no va con nuestra personalidad de mujeres fuertes, decididas, seguras, suficientes, y guerreras amazonas #TodaMujerEsBella Ya no está la vida actual como para seguir siendo “las incondicionales” que ya no piden ni exigen nada (como dice la canción y hasta parece burla), y de pilón hasta son ultrajadas en lo más íntimo de sus corazones, utilizadas, humilladas, vejadas, maltratadas y por demás desdeñadas con desprecios y fraudes de sentimientos. ¿Le sigo? ¡NO!, no voy a seguir, porque si le sigo no voy a parar (esto calienta la sangre a cualquiera), y es justo mejor, remitirme a esperar sus valiosos comentarios con todo el respeto y el cariño que todas ustedes nos merecen, ¡y que conste que no es condición! (jaja… broma)

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
LUCIANA ANDREI
bottom of page