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DECIR LO QUE PIENSAS SIEMPRE ES BUENO, ASÍ QUE HAZLO DE LA MANERA CORRECTA.

De todo lo que nos pasa por la cabeza a diario, mucho de lo que queremos decir debe ser filtrado. Esto ocurre en especial en momentos conflictivos, cuando tenemos una queja sobre algo y no sabemos cómo proceder para evitar empeorar las cosas.

Podemos escoger guardarnos todo lo que sentimos o hacerlo a un lado, pero al final del camino siempre nos esperará allí, en el mismo sitio en nuestra mente, alimentando sentimientos negativos. Contrario a esto, está la opción de expresarnos en función de liberarnos, aunque corremos el peligro de no hacerlo de la mejor manera.

Si no sabes cómo ser honesta sin causar mayor problema, aquí tienes unos consejos que pueden serte muy útiles:

#1 Usa un tono de voz moderado

Por allí dicen que no importa lo que digas sino cómo lo digas, y esto tiene mucho de cierto. Si la persona con la que vas a hablar percibe tu tono de molestia, es muy probable que no sea muy receptiva a lo que tienes que decirle sino que creará una barrera entre ustedes.

#2 Hablar en el momento

Siempre que sea posible, lo más recomendable es abordar la molestia en el momento o lo más pronto que se pueda, tomándote 5 minutos para respirar antes de hablar si lo necesitas. Si dejas pasar mucho tiempo, va a quedarse dentro de ti haciéndote daño.

#3 No culpes a la otra persona

Si inicias una conversación hablando de lo mal que el otro actúa, se levantará otra barrera más entre ustedes. Nadie está dispuesto a escuchar a alguien que se acerca a criticarle, así que procura empezar hablando de tus propias fallas antes de puntualizar las de los demás siempre en son de crítica constructiva.

#4 Ponte en sus zapatos

Entender que el otro también tiene sentimientos y opiniones propias nos permite actuar de manera cónsona con ello. Es así que sabremos por dónde iniciar el contacto sin resultar ofensivos ni hirientes.

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LUCIANA ANDREI
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